Publicado 03 May 2020
Queridos hermanos hoy celebramos el cuarto domingo de Pascua más conocido como el domingo del Buen Pastor, de las varias imágenes que nos representa en el nuevo testamento y que intentan describir quién es Jesús, como por ejemplo el Cordero de Dios, El Señor, El Hijo del hombre, la luz, la verdad y la vida, en este cuarto domingo nos centramos en una imagen que es el Buen Pastor que explícitamente se concreta en el capítulo 10 del evangelio de San Juan El Buen Pastor, el pastor que da la vida por sus ovejas, Cristo es el pastor que va delante de nosotros que va guiándonos, que va protegiéndonos de quién? De los lobos que quieren atacar a las ovejas que somos nosotros y que nos quieren dispersar del rebaño, del redil, es un pastor qué va a nuestro lado, sobre todo animándonos,
Un pastor que nos conoce por nuestro nombre, cuando hablamos de un rebaño no estamos cayendo en una dimensión gregaria sino que estamos diciendo que somos un rebaño porque cuando Cristo cuida a su rebaño y el conoce a cada oveja, incluso la llama por su nombre, conoce muchas cualidades de nosotros pero también muchos defectos, las cualidades y defectos tienen las ovejas el las conoce la porque nos llama incluso por nuestro nombre pero también es un pastor que nos alimenta con los sacramentos pero sobre todo con su palabra, además es un pastor que cuida las heridas de sus ovejas sobre todo cuando las ovejas han querido descarriar se han querido salir del rebaño del redil, y se han golpeado, este pastor cura las heridas de estas ovejas es un pastor que cuida las ovejas y que si hay una oveja que se pierde, por eso dice el canto qué deja las 99 y va en búsqueda de la que se le perdió pues la lógica humana no sería esa la lógica humana sería mejor que se pierda una a que perder las 99 pero la lógica de Dios es otra la lógica de Dios es que ninguno se le pierda de su rebaño que ninguno se le pierda el nos quiere a todos nosotros en este redil, por eso queridos hermanos todas estas características que hemos visto del buen pastor de nuevo en este cuarto domingo de Pascua.
Cristo vuelve a reivindicar su papel diciendo Yo soy el buen pastor, el que da la vida por sus ovejas, pero si hablamos de un pastor tenemos que hablar de un pastor que tiene su rebaño, de este pastor que es su vida, que le cuida mucho, le atiende le acompaña, le guía, somos nosotros el rebaño de Cristo un rebaño que ciertamente escucha la voz de su pastor y está voz del pastor es una voz que a estas ovejas les gusta escucharla ya la conocen porque es una voz pacífica el alma de las ovejas es una voz que invita a estas ovejas a tener amor, a tener justicia, a tener verdad, a tener solidaridad pero sobretodo a tener paz, está voz la conocen estás ovejas y la reconocen muy bien porque conocen a este pastor sin embargo queridos hermanos la figura más grande de este pastor y que se puede entender de mejor manera es el pastor que da la vida por sus ovejas es la imagen de Cristo muriendo en la cruz por cada uno de nosotros es como la imagen pastoral más grande de este pastor que entrega la vida por sus ovejas muriendo en la cruz por cada uno de nosotros, sin embargo queridos hermanos Cristo nos ha hecho también a nosotros partícipes de su tarea de pastor a todos nosotros les voy a poner unos ejemplos que forman parte del buen pastor, el papa es el que apacienta y gobierna a toda la iglesia es un pastor, un obispo es un pastor porque cuida de su diócesis, el sacerdote el párroco es un pastor porque cuida de su parroquia, le atiende escucha a sus ovejas, los padres de familia también son pastores porque día y noche se preocupan por sus hijos, los gobernantes también son pastores porque buscan las mejores opciones para el bien común de su nación, buscan resolver los problemas de nuestro país sobre todo en este tiempo de pandemia, los maestros de un colegio o una escuela también son pastores que forman no solo la mente sino también el corazón de los alumnos y eso es adónde debemos de llegar, no solo a dar una formación intelectual porque a veces queridos hermanos de la formación intelectual a veces se nos olvida los aspectos humanos no solo es formar la mente es formar también el corazón cuando decía el papa Francisco a veces de tanto estudio les agarra fiebre en la cabeza, pero queridos hermanos los catequistas también son pastores porque son los encargados de compartir la fe, los que tienen empresas son también pastores porque son encargados de darles un sueldo a sus empleados de que estén bien, es decir todos de alguna manera ejercemos una acción pastoral todos tenemos que entender que el pastor siempre va a cuidar su rebaño.
Ciertamente en ese rebaño hay ovejas que se portan bien y ovejas que le ponen atención a la voz del pastor pero también nos vamos a encontrar con ovejas que no hacen caso a la voz del pastor que que si hacen caso es a regañadientes a veces no son dóciles pero nos vamos a encontrar también con ovejas que están desnutridas otras ovejas están robustas y esto mirándolo en el plano de la fe hay ovejas que les falta crecer en la fe que el están desnutridas espiritualmente es tarea también del pastor acompañar a esa oveja que le hace falta crecer en la fe, si yo hablo del buen pastor significa que deben haber buenas ovejas y es interesante lo que decía San Agustín cuando comenta el el capítulo 34 de Ezequiel, San Agustín decía existen buenas ovejas hay también buenos pastores en esto queridos hermanos nosotros en realidad debemos vivir con esta actitud de ser pastores del gran pastor Jesucristo y que nos acompaña que está con nosotros, es un pastor que cuida a sus ovejas que las acompaña día a día que se preocupa de ellas por eso queridos hermanos otra imagen que encontramos en este texto evangélico es Yo soy la puerta dice Jesús y está revelación es del mismo Cristo porque fíjense que él es el único mediador entre Dios y los hombres no existe otra persona que sea mediador entre Dios y el hombre Jesucristo es el único mediador entre Dios y los hombres y por eso dice Yo soy la puerta, para entrar y salir por mi pueden llegar al Padre, porque es el único mediador entre Dios y los hombres, una sola es la puerta de la salvación y esa única sola puerta de la salvación es Jesús el que entra por esa puerta se va a salvar nosotros queridos hermanos ya hemos entrado por esa puerta desde el día de nuestro bautismo hemos formado parte del cuerpo místico que es la iglesia y gracias a ese sacramento finalmente hemos dado un paso a esta puerta, queridos hermanos hoy celebramos la jornada mundial de oración por las vocaciones y la iglesia se preocupa siempre por las vocaciones, la vocación es un llamado de Dios es un regalo de el y todos tenemos una vocación en la vida, no existe nadie que no tenga una vocación sin embargo la vocación hay que discernila hay que empezar en ese proceso de discernimiento, a que me llama a mi el Señor, a veces la vocación cuando se comienza a descubrir produce un poco de miedo es normal a todos nos ha pasado aquella persona que posiblemente quiere iniciar el proceso de noviazgo o si se quiere casar, y tiene miedo. ¿Saber cómo me va a salir el esposo? saber cómo va a salir la esposa? ¿saber si sabe cocinar o no? ¿saber si me va a atender bien mi esposo? haber si no va a ser enojado? Uno también de sacerdote cuando inicia el proceso vocacional da un poco de miedo, porque la llamada está ahí y a veces somos personas frágiles pero en medio de ese miedo en medio de ese descubrimiento más que miedo tal vez es como ir descubriendo esa vocación porque tendríamos que pensar bien queridos hermanos de no auto invitarnos nosotros porque entonces no sería vocación, la vocación vuelvo a decir es una llamada de Dios, no es una auto invitación de nosotros, ¡yo me autoinvito para ser sacerdote! ¡Yo me autoinvito para casarme!, No cada vocación es un llamado de Dios y ese llamado de Dios es latente es grande es fuerte por eso tenemos que responder con generosidad.
Cuando hablo de vocaciones hablo de todas las vocaciones que la iglesia tiene, mencionó tres específicas, la primera vocación a la vida, la vida es un don de Dios hay que cuidarla, hay que respetarla desde su concepción hasta el último momento de su vida, la vocación a la vida cristiana es dada desde el día de nuestro bautismo hemos sido incorporados al cuerpo místico de Cristo que es la iglesia por medio del bautismo que es un don de Dios que ha sido también un regalo, teniendo una respuesta del hombre, el hombre debe responder a esa fe que Dios le ha dado y tercera es el llamado a la vida específica, es aquí donde viene el llamado a la vocación, vocación donde me siento llamado, a la vida matrimonial, vocación a la vida religiosa, vocación a la vida sacerdotal, vocación a la vida de soltería, estas vocaciones son las vocaciones qué la iglesia dice que cada uno en el discernimiento pueda elegir una no forzada porque yo espero que nadie los haya forzado para casarse, o que alguien lo hayan forzado para ordenarse para hacerse sacerdote, para hacerse religioso o religiosa, cada uno elige la vocación porque ha escuchado la llamada del Señor ha escuchado la llamada del Señor en atender bien a su esposo y a su esposa entre decir ese si generoso, si para toda la vida, ese amor fiel, cariñoso, misericordioso, entre esposo y esposa, ese sacerdote que el Señor ha llamado y que delante del obispo ha hecho sus promesas y que le ha dicho si Señor te quiero servir, ese religioso esa religiosa que quiere seguir al Señor utilizando el carisma de ese fundador del que se ha sentido pues cautivado, esa persona que no se ha casado porque no quiere decir que la ha dejado el tren o que no encontró a nadie como decimos el buen chapín, un lenguaje muy coloquial no porque quiere dar su servicio a Dios porque quiere entregar su vida en esta vocación laical a Dios y porque desde ahí también está trabajando en construir el reino de Dios y que bonito es cuando una familia tiene amigos que bonito es cuando un religioso o religiosa tiene amigos es uno de los dones que el Señor ha regalado hoy queridos hermanos vamos a pedir por tantos jóvenes y señoritas qué posiblemente escuchan el llamado del Señor y que tienen miedo de responderle, el llamado a todas estas vocaciones, a casarse, a ser sacerdote, a ser religiosa o religioso o a ser un laico consagrado para que el Señor les de la sabiduría para responder con generosidad con entrega y nosotros que ya hemos respondido a esa llamada debemos pedirle a que nos dé perseverancia, perseverancia en nuestra vocación, padre ya no aguanto a mi esposa, padre ya no aguanto a mi esposo y el sacerdote a los fieles ya no los aguanta, perseverancia perseverancia es lo que tenemos que pedir al Señor cada vocación es bellísima no hay una vocación mejor que otra, padre las vocaciones sacerdotales son mejor porque están cerca del Señor, no todas las vocaciones son iguales solo que se viven de diferente manera esas vocaciones son las que el Señor quiere que sigan respondiendo, nosotros que hemos respondido en medio de nuestros errores, en medio de nuestros pecados, en medio de nuestros indiferencias, decimos Señor te queremos seguir respondiendo a veces, nos cuesta somos frágiles a veces perdemos la paciencia pero sabemos completamente que Tú nos has llamado y por eso queremos seguirte respondiendo y termino con esto: Siempre a veces dicen verdad el jesuita San Francisco de Loyola, los franciscanos San Francisco de Asís, los salesianos San Juan Bosco y aveces dicen padre y los diocesanos? Ellos no tienen? Bien nosotros tenemos nuestro carisma, nuestro carisma es Jesús el buen pastor, ese el carisma del sacerdote diocesano hoy es el día del carisma del sacerdote diocesano así que les invitaría a ustedes queridos hermanos que nos están viendo que oren por párroco y que le den gracias a Dios por su párroco verdad se que hay personas que nos miran de diferentes parroquias y que de seguro también sienten una gran estima por su párroco, yo quiero dar infinitas gracias a Dios porque él Señor me ha dado este regalo para ser pastor de esta parroquia Escuela de Cristo y es mi primera parroquia como párroco, ahí si que al final queridos hermanos es un don un regalo que el Señor me ha dado estar al frente de esta parroquia gracias a ustedes por aceptarme tal como soy en medio de mis errores de mis pecados de mis problemas, pues gracias también por aceptarme a mí y yo les agradezco por ser parte de este rebaño de la Escuela de Cristo por ser parte de este redil por ser parte de esta iglesia en donde nos reunimos entorno al cuerpo y sangre de nuestro Señor Jesucristo pero también al entorno de su palabra, gracias queridos hermanos porque todos formamos este rebaño de Cristo El buen Pastor y hoy vamos a pedir por todas las vocaciones sacerdotales son un bello regalo que la iglesia da y que nosotros también respondemos con generosidad, que el Señor nos anime a todos nosotros y que Jesús el buen pastor nos de entonces esa fuerza para seguir guiando y conduciendo ese rebaño que el Señor nos ha dado a cada uno de nosotros.
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